Jornada Electoral 2023. Sexta parte: Navarra Suma (NA+ 2023), Teruel Existe (¡TE! 2023) y Partido Regionalista de Cantabria (PRC 2023)
Hoy vamos a reparar en tres partidos que no hemos analizado hasta ahora, ya fuera porque los consideramos nacionalistas a la altura de 2019 o porque sencillamente no existían. Sea como fuere, consiguieron algo de representación en los últimos comicios y, mirándolos con más detenimiento, podemos decir que no son estrictamente nacionalistas, dado que todos ellos se definen de una manera más o menos patriótica respecto a España, sino que encajarían mejor bajo las coordenadas del regionalismo, si bien en diferentes grados —elevándose hasta las cotas más altas algunos casos en los que parece que su amor por España es más bien un resultado colateral del miedo que le tienen a sus vecinos nacionalistas que algo en lo que crean como tal—. Sin más dilación, y siguiendo el mismo método que comentamos en la introducción, comencemos.
Navarra Suma (NA+ 2023)
Con una página web perfectamente accesible desde Archive.org, nos encontramos ante una coalición que ya existía antes de 2019, o, por lo menos, su miembro más predominante: Unión del Pueblo Navarro. Más allá de este partido, esta formación también viene de la mano de Ciudadanos y del Partido Popular, algo que resulta del todo coherente cuando consultamos su programa, que veremos a continuación. Si bien en su momento les metimos en el saco de los nacionalistas, como hemos comentado en la introducción, quizá fuese una etiqueta un tanto exagerada. De este modo, vamos a dedicarles un rato a ver qué tienen que aportar a la política general de nuestro país. El programa está situado en el menú de arriba de su sitio oficial, dentro de la categoría de «Parlamento», y, después, en el apartado de «Parlamento de Navarra». En él nos encontramos con 175 páginas que contienen 912 puntos que nos recuerdan mucho al estilo anterior a 2016 —es decir, a antes de la podemización de la política—, cuando daba prestigio tener un programa pesado donde se quemara papel sin miramientos.
En resumen, el programa destaca por ser muy regionalista y contrario al nacionalismo vasco; tanto, que resulta muy cuestionable la necesidad de dicho partido de cara a las elecciones generales. Y la pregunta es si no podrían el PP o Ciudadanos vehicular sus políticas propias, que son perfectamente compatibles con las de UPN, en Navarra sin más, porque lo cierto es que no encontramos nada reseñable de esta coalición que se desvíe de los azules o de los naranjas. Por dar ejemplos concretos, cabe decir que no aportan nada respecto al tema de la memoria histórica o de los llamados ‘delitos de odio’ y que están a favor de la famosísima Agenda 2030, inscribiéndose dentro del liberalismo económico normal por estas latitudes, con ideas como las de bajar impuestos o apostar por la tecnología y la innovación. Todo esto está aliñado con lo esperable sobre la diversidad, la ideología de ‘género’, la retahíla habitual de ‘fobias’ y el feminismo de palo actual a la pepera y ciudadana, además de una pizca de multiculturalismo y de ecologismo —llegando incluso a la modita de poner el femenino por delante del masculino, lo cual resulta hilarante porque encaja con la idea caballeresca de ‘las mujeres primero’—. Por cierto, pretenden ‘revisar’ «las exclusiones médicas en el acceso a Policía Foral y Bomberos de forma que no estén excluidas las personas con diabetes»; siendo ésta, a todas luces, una aportación brillante. Y no nos olvidamos de que son sensibles a la despoblación…, ¡como si esta cuestión fuera algo nuevo y evitable!
Pero, dicho todo lo anterior, hemos dejado lo más divertido que hemos encontrado en el programa para el final. Mientras que el punto 67 dice: «Ayudaremos a las empresas navarras afectadas por la salida del Reino Unido de la UE a buscar nuevos mercados o socios comerciales en otros lugares de la Unión», el 136 señala esto otro tan diferente: «Ayudaremos a las empresas navarras afectadas por la salida del Reino Unido de la UE a buscar nuevos mercados o socios comerciales en otros lugares de la Unión». Algo parecido ocurre con el punto 126, que sostiene: «Fomentaremos e implementaremos la agricultura 4.0 y pondremos los suficientes medios para desarrollar TICs y transitar de una agricultura-ganadería tradicional a una apoyada en las nuevas tecnologías, reorganizando los institutos actuales y orientándolos hacia el futuro tecnológico y formativo e interactuando con universidades y FP para orientar la enseñanza a las necesidades reales del sector»; el 239, que comenta: «En la enseñanza de la agricultura y la ganadería, fomentaremos e implementaremos la agricultura 4.0 y pondremos los suficientes medios para desarrollar TICs y transitar de una agricultura-ganadería tradicional a una apoyada en las nuevas tecnologías, reorganizando los institutos actuales y orientándolos hacia el futuro tecnológico y formativo e interactuando con universidades y FP para orientar la enseñanza a las necesidades reales del sector»; y el 628, que nos indica lo siguiente: «Fomentaremos e implementaremos la agricultura 4.0 y pondremos los suficientes medios para desarrollar TICs y transitar de una agricultura-ganadería tradicional a una apoyada en las nuevas tecnologías, reorganizando los institutos actuales y orientándolos hacia el futuro tecnológico y formativo e interactuando con universidades y FP para orientar la enseñanza a las necesidades reales del sector».
Esta repetición, esta ‘errata’ no es un caso aislado: pasa tres veces en, por lo menos, cincuenta ocasiones, y dos en incontables momentos —https://www.online-utility.org/text/analyzer.jsp es una gran herramienta para estos menesteres—. Tras estos descubrimientos, comprendemos que nos encontramos ante 175 páginas de pura reiteración y… nos asalta una duda: ¿esto lo ha hecho una máquina o un becario perezoso con un copia y pega muy suelto? Y lo más importante: ¿cuánto habrá cobrado por un trabajo así? (Por cierto, la palabra «Navarra» se repite 264 veces; «personas» va justo detrás, con 137; 13 son las ocasiones en las que se utiliza «España»; y, como curiosidad, «impulsaremos» se dice en 92 lugares distintos.) Poco más podemos decir ante una pieza propagandística tan descaradamente perezosa. Es cierto que lo de afrontar las adicciones a los móviles o a las redes sociales son ideas que no se suelen escuchar, pero tampoco podemos obviar que luego en el punto 463 nos encontremos con una afirmación de esta guisa: «Fomentaremos nuevas vías innovadoras de vivienda colaborativa, con programas de “cohousing”entrepersonasmayoresodeconvivenciaentrepersonasjóvenesconpersonas mayores,generandocomunidadesdeapoyomutuocomovíadeprevencióndelasoledad», que harán «efectivo el derecho de los ciudadanos a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y acceder a los suministros básicos», así como que ‘dinamizarán’ «la ruta del vino como un atractivo turístico de Navarra»; y…, claro, nos entra la risa. En resumen, estamos ante un programa plomizo hasta la náusea, lleno de paja de todo tipo —incluyendo el continuo autoplagio, como vimos antes—, repleto de buenas palabras y muchos lugares comunes, que hace del mínimo común denominador entre Ciudadanos y el Partido Popular su bandera de una manera tan fragante, que quizá incluso podría servir de inspiración para aquella idea que tenía Cayetana Álvarez de Toledo de hacer un gran partido de Estado, que, como propuesta, podría llamarse el Partido Mínimo Socialdemócrata Liberal.
Por seguir con nuestro orden, comentemos ahora las redes sociales. Tienen Facebook, con 2096 seguidores; Tuiter, con 2835; Instagram, con 1367; y YouTube, con 66. Como comprobamos, nunca tuvieron un canal youtubero demasiado popular, lo que se agrava cuando constatamos que hace dos años que no suben nada. Sea como fuere, vamos a darles una oportunidad con el vídeo del 22 de marzo del 2019, titulado “Intervención de Javier Esparza en el Foro Ser Navarra”. Lo primero que observamos es que el presidente de Unión del Pueblo Navarro y de la coalición que nos ocupa empieza diciendo que quiere ‘sumar’ para hacer más fuerte a Navarra y a España, apuntando poco después que pretende ‘poner en valor’ lo que nos une frente a los nacionalismos secesionistas. Habla de nuevas apuestas… Espera, que me entra la risa. Prosigue dialogando sobre los «navarros y navarras», aunque luego, como se olvida de desdoblarlo, no sabemos si interpretar si se refiere sólo a los varones o si también están incluidas las mujeres. Continúa su charla contra el nacionalismo vasco, para después comentar que ellos, en cambio, son muy transversales y constitucionalistas. Habla también del empleo —eso sí, inclusivo— y de la educación —desde la que busca potenciar el inglés—. Comenta después que hay que dar becas, bajar los impuestos, apoyar a las familias, defender el feminismo, fomentar la actividad económica, etcétera. Le interesan los trenes, la tecnología, el emprendimiento, la inclusión, el medio ambiente y los servicios públicos (como la sanidad). Le preocupa la despoblación, busca erradicar el odio y ponerse del lado de las víctimas de ETA, posicionándose de manera radical contra el nacionalismo vasco. Y no nos olvidemos de esto: le gusta la libertad. Tiene un momento más adelante donde entona una serie de valores que enumera muy rápido, entre los que se encuentran el compromiso con la familia —otra vez— o el respeto por la palabra dada —alguno soltaría una lagrimita—. Cierra su discurso señalando que Navarra es diversa y que cuenta con un nivel muy alto de calidad de vida, además de con la certeza de que han generado mucha ilusión…, prosperidad… ¡Muerte a la cursilería en política (y en la vida en general)! Después de 23 minutos de exposición, dejamos la ronda de preguntas para quien quiera perder su tiempo con ello (si alguien descubre algo interesante, que nos lo deje en los comentarios y lo discutimos).
El vídeo más actual es uno del 7 de septiembre del 2020 que se titula “Los socios de Chivite dicen no a condenarlos actos del Ospa Eguna”. Menos mal que ahora nos encontramos ante un minuto y 36 segundos de metraje donde el mismo José Javier Esparza nos habla de un día llamado «Ospa Eguna», que, al parecer, es una festividad reservada para estar en contra de la Guardia Civil. Obviamente, esto no le gusta nada y se posiciona en contra; pero nos plantea el problema de que, gracias a los partidos nacionalistas vascos, no se pueden declarar estos festejos como ‘contrarios a la convivencia’ —sea lo que sea que signifique eso—. Es un vídeo con cortes muy editado, que transmite esta sencilla idea: nada nuevo bajo el sol. Proseguimos con Tuiter, analizando lo dicho en 2019 en relación con lo que descubrimos a la altura de este artículo en 2023.
En 2019 sólo encontramos dos tuits, con dos vídeos muy cortos, un emoticono de pulgar hacia arriba y la etiqueta de «#NavarraSuma», que no dicen nada más allá de lo ya repasado, elevándose hasta 16 el que tiene más comentarios y a 86 el que cuenta con más retuiteos. Respecto al momento actual, comprobamos que no tienen la cuenta al día ni de lejos, remontándose el último tuit al 24 de febrero del 2023, donde comparten una noticia con el temita de Bildu, acompañado con la etiqueta de «#Pamplona», que sólo asciende a un retuit y que no llega ni a un mísero comentario. En resumen, como intuimos en 2019, no es nacionalista, pero sí marcadamente regionalista, hasta el punto de ser incapaz de aportar algo relevante para el país en su conjunto. En este sentido, sería más razonable que los ‘consumidores’ de estas ideas apostaran por un partido nacional, como uno de los otros dos que componen esta coalición, esperando que aplicara sus políticas a Navarra, atendiendo a sus particularidades. Por lo demás, Navarra Suma y el partido que encabeza esta coalición, Unión del Pueblo Navarro (UPN), aun pecando de centrarse únicamente en dicha provincia, está en sintonía total con Ciudadanos y el Partido Popular, ergo…, si queréis un análisis más profundo, os remitimos a lo ya dicho en los artículos que le dedicamos a cada uno de ellos.
Teruel Existe (¡TE! 2023)
Con una maravillosa página perfectamente accesible desde nuestro archivador de confianza, estamos ante un partido que en 2019 no existía. Dentro de un web oficial muy sencillita, pero con un menú superior abarrotado de cosas la mar de variopintas, no hay manera de encontrar el programa, por lo que hacemos uso de Google y lo acabamos localizando en una entrada perdida dentro de su dominio. Y qué decir… Para empezar, nos presentan un documento de una cara, lo que nos hace pensar, en contraposición a los de Navarra, aquello de ‘unos tanto y otros tan poco’ o… ‘ni calvo ni con siete pelucas’. Chascarrillos aparte, podemos definir a estos chicos como los de la despoblación o, mejor dicho, los de la España no vacía, sino ‘vaciada’ —apuntando, tristemente, a que alguien o algo la ha vaciado; es decir, señalando a un culpable tácito—. Defienden cosas muy rocambolescas, como algo denominado «Fiscalidad diferenciada positiva», que se supone que sirve para ‘fomentar la creación de empleo’, pero que no sabemos muy bien qué es (seguramente, alguien debió sugerir que tanto la palabra «positiva» como el hecho de aludir a la ‘diferencia’ sonaba muy bien, aunque sin llegar al nivel de ‘Empoderamiento y orgullo rural’, algo a lo que aludirán poco después). Podríamos viviseccionar tal programita como haría el Doctor Moreau, pero no vamos a hacer más sangre de la estrictamente necesaria.
Es cierto que sus ganas de arreglar carreteras, hacer puentes y pedir más presencia de la Guardia Civil en las zonas rurales es loable, y… no digo yo que no debamos ser solidarios con los cuatro gatos que viven en Teruel e intentar que tengan unos servicios estatales mínimos lo más dignos posible dentro del presupuesto, pero tampoco hay que sacar las cosas de quicio. Lo que está claro es que en España hay zonas del interior tradicionalmente poco habitadas —más allá de un momento muy excepcional a principios del siglo XX—, y que es normal que la gente tienda a las grandes ciudades del centro o de la costa (más que nada por una cuestión de clima y de oportunidades). De ahí que no convenga forzar la máquina y que sea justo destinar los recursos, que son limitados, en base a la población. Teruel, junto con otras provincias, no está desierto por razones externas o maquiavélicas, sino por una tendencia natural y entendible; y, salvo que a alguien se le ocurra hacer algo muy novedoso que atraiga orgánicamente el capital y a los trabajadores, son zonas que seguirán vacías, siendo esto algo que no puede arreglar el Estado, aunque quizá sí el ingenio de los turolenses —o turboletas— o, incluso, el de otros españoles que vean potencial en dicho lugar. Nosotros, por ejemplo, dentro de nuestros sueños húmedos de crear una revista —con un edificio de redacción y todo— y una academia al estilo de la difunta Institución Libre de Enseñanza, una vez constatado que ‘Teruel existe’ —y ahí debemos reconocerle cierto éxito a esta organización—, si conseguimos los recursos necesarios, encantados estaremos de ir para allá a proceder con dicha empresa. Por lo demás, el mínimo de piedad que debe materializarse en los presupuestos con estas zonas despobladas debería poder articularse desde cualquier programa político medianamente razonable a nivel nacional, así que, otra vez, concluimos que no deja de ser un partido demasiado particularista para tenerse en cuenta y que deberían mantenerse como una organización independiente sin pretender meterse en el Congreso. (Por cierto, las partes de su web donde hablan de su origen y su historia dejan bastante que desear…)
En cuanto a sus redes sociales, tienen Facebook, con 15.260 seguidores; Tuiter, con 19.900; y un canal de YouTube, con 1010. Respecto a los vídeos, nos topamos con uno del 23 de marzo del 2019, titulado “Rueda de Prensa en Madrid. La Revuelta de la España Vaciada”, donde nos encontramos ante un metraje con una calidad pésima, además de grabado a pulso, en el que unos tipos explotan la cantinela de la ‘España vaciada’ de manera demagógica, acorde con la moda de la ‘visibilidad’, y que piden dinero como si fuera injusto que las inversiones se centren en los lugares en los que vive más gente (vamos, siguiendo la línea que ya indicamos en la parte del programa). Luego, respecto a 2023, el 9 de marzo deciden subir una de estas fiestecitas ridículas, esos teatrillos baratos y de mal gusto que tanto disfrutan aquellos impermeables a la vergüenza ajena. Personalmente, creo que, con estos alardes de casticismo, lo que van a conseguir es asquear a propios y a ajenos y acelerar que Teruel termine siendo un verdadero páramo —pero, claro, los que por aquí escribimos estamos muy alejados de los espectadores a los que esta gente apela, así que… ¿quién soy yo para cuestionar las decisiones de un experto en propaganda con un currículum en inglés?—. Dentro de lo estomagante, seleccionemos para 2023 algo un poquito más serio, como ese vídeo llamado “Tomás Guitarte responde a las preguntas en el Ciclo de la Asoc. de Directivos y Ejecutivos de Aragón”.
En esta pieza nos ponemos frente al tema de las energías renovables, donde estos chicos oponen el autoconsumo, junto con la producción distribuida, a las centrales industriales; estando un tal Tomás Guitarte a favor de potenciar lo primero, por razones nada sorprendentes. Eso sí, también gusta mucho de pedir gravar con impuestos la generación eléctrica para repartirla entre las diputaciones provinciales —lo cual resultaría maravilloso para llamar a las empresas a invertir en Teruel—. No estamos muy puestos en la parte técnica de esta cuestión como para juzgar hasta dónde se miente o exagera respecto a estos asuntos, pero, visto lo visto respecto a este partido, consideramos, como mínimo, que la sospecha es razonable. Por lo demás, se defiende que han conseguido cosas como reactivar proyectos de infraestructuras que estaban parados y que han traído a Teruel 10.000 millones de euros de dinero público. Más allá de estos temas, lo único mínimamente interesante que se puede sacar de este vídeo es que a los de Teruel Existe les gusta la inmigración legal, considerándola «casi imprescindible», así como el hecho de mantener ‘las lenguas’ como patrimonio cultural. Respecto a Tuiter, sobre 2019 podemos decir que trabajan sin emoticonos y con las etiquetas de «#Teruel», «#TeruelXMobility», «#EspañaVACIADA» y «#desspoblación» —este último, extrañamente, con dos eses—, al tiempo que continúan erre que erre con el asunto de la despoblación, los trenes y las carreteras. A su vez, y en relación con los números, de esta muestra destaca una publicación con 19 retuits y en la que no encontramos ningún comentario.
En 2023, en cambio, ya tenemos emoticonos, aunque seguimos con las etiquetas de «#EspañaVACIADA». Eso sí, como no podía ser de otra manera, han desarrollado algunas nuevas muy originales, como «#TeruelExiste» o «#SerPocosNoRestaDerechos». Asimismo, no sólo se hacen eco del vídeo ridículo aquel que señalamos, sino que encima lo hacen con muchas mayúsculas, muy poca elegancia y nulo estilo, además de seguir con el tema de la despoblación, hablando de servicios públicos y de vivienda, y abusando sin decoro del empleo de las mayúsculas —¿estos chicos saben que en Internet el uso de las letras capitales significa hablar a gritos?—. Poco más hay que decir a este respecto, salvo que su actualización más exitosa consta de 6 retuits y de un comentario. Acabamos ya con este apartado y, en suma, podemos confirmar que nos encontramos ante un partido menos regionalista que Navarra Suma, así como bastante más pragmatista, en el sentido de que, fundamentalmente, se centran en pedir trenes, carreteras y más financiación para Teruel. Pero esto no quita para que estas materias sean exageradas en su planteamiento si nos ponemos estrictamente prácticos; pues, si queremos entrar en cuestiones de piedad, un presupuesto mínimo podría ser perfectamente articulable desde un partido generalista.
Partido Regionalista de Cantabria (PRC 2023)
La página oficial de este partido es perfectamente accesible desde Archive.org, así que, sin más dilación, vayamos ya con el programa. A esta organización política la consideramos nacionalista en las anteriores elecciones, por lo que vamos a ver hasta dónde se puede merecer ese calificativo o si se quedará en un mero regionalismo. El documento se encuentra en la parte de abajo de su sitio web, en la sección de descargas, como manda Dios y a nosotros nos gusta. El programa, de las elecciones generales del 28 de abril, consta de 24 páginas encabezadas por una primera plana con la cara de Miguel Ángel Revilla y, un pasito por detrás, la de José María Mazón. Por lo demás, es un programa plagado de fotos de estas de stock con un aire anodino y corporativo (si alguien conoce cómo expresar esta idea en español, que nos lo ponga en comentarios). Yendo ya al contenido, observamos que empieza con dos preguntas que no tienen nada de retórico:
«¿Eres capaz de recordar el nombre de alguno de los diputados y senadores que han representado a Cantabria en Madrid? ¿Les has escuchado alguna vez defendiendo las necesidades de los cántabros? Si tu respuesta a cualquiera de estas preguntas es no, tienes que seguir leyendo».
Empezamos mal, dado que en las primeras líneas ya aseguran que quieren dar el salto a Madrid para defender los intereses de Cantabria, por lo que nos encontraríamos, sin solución de continuidad, ante un partido abiertamente regionalista —de hecho, ellos mismos se autodefinen un poco más adelante como «los regionalistas»—, inevitablemente particularista y que no podrá, presumiblemente, escapar a los defectos de Navarra Suma y de Teruel Existe —una abducción que hacemos sin demasiado riesgo—. Esta hipótesis la comprobamos cuando volvemos a leer sobre trenes, carreteras y demás infraestructuras, junto con la cantinela de siempre sobre la despoblación. Consideran, además, que existe «una deuda histórica que mantiene el Estado con los cántabros», sin dejar muy claro en qué consiste y con el peligro que encierran las susodichas ‘deudas históricas’ —creemos que es muy saludable que las deudas mueran con los hombres que las hayan contraído—. Hablan también de algo llamado ‘desafíos soberanistas’, y lo cierto es que no sabemos muy bien si es un eufemismo para referirse al problema del nacionalismo periférico o a qué alude exactamente. En resumen, estamos ante un programa bastante parecido al de Navarra Suma, pero con la decencia de sintetizar el mensaje en la séptima parte y con un extra de buenas palabras un tanto más vacías.
«Te aseguro que no te vamos a defraudar».
En cuanto a las redes sociales, constatamos que tienen Facebook, con 7558 seguidores; Tuiter, con 973; YouTube, con 612; y Flickr, con 11 —¿oléis eso? Es el aroma equivalente a libro viejo o a cámara antigua de Internet—. Comenzamos con la parte del análisis de las piezas audiovisuales, reparando en un vídeo titulado “Presentación de los candidatos al Congreso y al Senado”, del 21 de marzo del 2019. Nos encontramos ante un montaje de un minuto y 43 segundos con música de fondo, así como rock suave, muy gremial. Empiezan comentando que «la mayoría son titulados universitarios, aunque esto no es una cuestión imprescindible», pero que todos han demostrado su valía. Después, afirman que creen que van a ganar las elecciones con toda seguridad y que apoyarán una candidatura a presidente del gobierno que defienda a Cantabria, a España y el bienestar —maravilloso—. Dicen que van a llevar al Congreso sensatez y argumentos en vez de insultos, para luego comentar que están a favor de la Constitución, del diálogo y de España —impresionante—. Después de escuchar un mensaje tan alucinante, tenemos que darles la razón a aquellos que dicen que este partido tiene un regusto romántico a la vieja apolítica que tan buenos resultados nos dio en el pasado. Revilla tiene 80 años y Mazón 71…; en un universo paralelo, una versión de este partido gana con mayoría absoluta, vuelve la gerontocracia —la sabiduría romana— y terminamos siendo una democracia aburrida de partido único a la japonesa con una Leonor I como una reina brillante destinada a hacer época al estilo de Isabel la Católica.
«Representamos un proyecto político basado en la honradez, la cercanía a los ciudadanos, el sentido común y la experiencia para hablar de Cantabria y votar siempre a favor de sus intereses».
Respecto a 2023, nos quedamos con uno del 7 de marzo con un título harto sugerente: “Miguel Ángel Revilla: “Aquí no hay corrupción””. En un vídeo de un minuto y 30 segundos editado y mal renderizado —con las típicas rayitas de movimiento en los bordes que indican haber cuadrado mal la velocidad de fotogramas en la edición—, contemplamos a un Revilla que nos asegura que no hay ningún imputado en su gobierno, que nadie ha cometido ningún delito y que pueden ir con la cabeza alta. Insiste después, de una manera muy afectada, en que no tienen casos de corrupción —empezamos instintivamente a dudarlo— y que, de 25.000 funcionarios, sólo uno es corrupto —una aseveración muy arriesgada—. Luego habla de las empresas y de que no echemos la culpa a los trabajadores, sino a los responsables. No sé…, nunca comprenderé que el tema de no ser un corrupto llene tanto a los políticos… ¡No habría ni que decirlo! Esto es como cuando te encuentras con uno y a la media hora de conocerle ya te ha dicho cinco veces que no es —o que es— homosexual. Vamos, algo así como el refrán: «Dime de qué presumes y te diré de qué careces».
«Cantabria es nuestro único objetivo».
Yendo ahora con Tuiter, hay que decir que en 2019 encontramos emoticonos y etiquetas que te destruyen la postura a base de altas dosis de vergüenza ajena, del tipo «#FelizJueves» o «#BuenosDias», o cosas bastante curiosas, como denominar al Partido Popular como «#PP» en vez de nombrarlo con arroba, sin olvidarse tampoco del inevitable «#CantabriaGana». Por lo demás, atisbamos un pelín de feminismo —tienen un puesto llamado ‘secretaria de la Mujer’, aunque nosotros hubiéramos preferido la ‘secretaría femenina’ por su sonoridad— y la promoción de las actividades habituales del partido. En cuanto a impacto, encontramos una publicación con un comentario y 11 retuits. Respecto a 2023, dentro de las publicaciones seleccionadas según el método habitual, constatamos que seguimos con los emoticonos y con cosas como «#BuenosDias», «#PRCantabria», «#plenocan», «#Cantabria» y demás hierbas, como «#28Mayo» y «#Cartes». Por lo demás, prosiguen comentando la actualidad del partido, que es bastante aburrida —lo cual es bueno—, mezclándolo con alguna idea criticable, como pedir «un precio “fijo” para el consumo mínimo de electricidad y gas con carácter universal», además de con aseveraciones grandiosas de un tipo llamado Amador Díaz, que es candidato a la alcaldía de Cartes, como la de que «los regionalistas aspiran a ganar “para cambiar la forma de gobernar el municipio” y “centrarse en los vecinos”», lo que resulta un ejemplo de habilidad a la hora de mover neuronas. En resumen, el PRC es un partido regionalista con los defectos propios de este tipo de particularismo. Habría que ver si a nivel local tiene sentido, pero lo que está claro es que a nivel nacional no lo tiene en absoluto. Eso sí, no resultaría difícil pensar en una agrupación política moderadamente conservadora y liberal, encabezada por septuagenarios, octogenarios y nonagenarios —además de contar con algún sexagenario y quincuagenario para puestos secundarios—, que fuera capaz de tomar el espíritu de este partido para proponer alguna idea interesante que los votantes cántabros secundarían sin demasiado esfuerzo y que quizá también lo harían muchos otros de los que quedan de la generación silenciosa y grandiosa, junto con una selección de sus mejores hijos y una destilación de sus nietos.
Conclusión
Navarra Suma y el Partido Regionalista de Cantabria son versiones del Partido Popular gallego, así que no le veo demasiado sentido a que alguien que guste de estas ideas vote algo distinto del PP. Por lo demás, Teruel Existe es un concentrado de la película de la despoblación que, más allá de pecar de un particularismo rampante, se cae en cuanto comprendes que éste no es un problema del que preocuparnos; y es que España siempre ha estado vacía salvo en cuatro lugares, y lo seguirá estando. Y no digo yo que esté mal ponerles Internet o mantener las carreteras, por compasión con quienes no pueden salir de allí y por apostar un mínimo por abrir la posibilidad de que a algún turolense se le ocurra alguna manera de hacer su casa algo más llamativa para atraer población, pero querer ir más allá, con un presupuesto limitado y con una situación geoestratégica tan complicada a largo plazo, me parece desviar el foco de lo que realmente nos debe ocupar.
Categorías