A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado (1871)
«—¡Ay, pero qué malísima que es esta criatura! —exclamó Alicia agarrando al gatito y dándole un besito para que comprendiera que había caído en desgracia—».
En la crítica está el gusto.
«—¡Ay, pero qué malísima que es esta criatura! —exclamó Alicia agarrando al gatito y dándole un besito para que comprendiera que había caído en desgracia—».
«¡Vaya! —pensó Alicia—, después de una caída como ésta, bajar rodando por las escaleras de casa me parecerá de lo más natural. ¡Qué valiente van a pensar que soy!».