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EtiquetaPolítica

Los partidos pequeños (II): generalistas (2019)

En este artículo vamos a considerar todos aquellos partidos que parecen generalistas a simple vista. Esto no quiere decir que, a lo largo del mismo, no encontremos alguno que no lo sea, por particularista o por extremo. Quedan fuera Unión de todos (UDT) y Vida y Autonomía (VIA), por no tener ni web. A continuación, vamos a analizar: el Partido Humanista (PH), Por Un Mundo Más Justo (PUM+J) y Recortes Cero-Grupo Verde (RECORTES CERO-GV). En este último partido, vamos a tomar como referente únicamente a Recortes Cero, tal y como en el anterior artículo hicimos con los partidos que iban en coalición con Podemos. Después seguirán: el Partido Libertario (P-LIB), Actúa (PACT), Familia y Vida (PFiV), Juntos Ganamos (JC), Partido Igualdad Real (IGRE), Izquierda En Positivo (IEP) (IZQP), Partido De Acción Solidaria Europea (SOLIDARIA) y Democracia Plural (DPL).

Los partidos pequeños (I): particularistas y extremos (2019)

Después de muchas cavilaciones, hemos conseguido poner orden respecto a los partidos pequeños. En un primer lugar, hemos repasado cuáles, de todos los que existían cuando empezamos este análisis hace ya casi dos meses, tienen una mínima actividad. Han quedado descartados por inactividad: la Coalición Centro Democrático (CCD), Unión Progreso y Democracia (UPYD), el Partido Carlista, el Partido Comunista de España (PCE), Alianza de Centro Democrático (ALCD), Ciudadanos Libres Unidos (CILUS), Respeto, Soluciona, Ahora Plataforma y el Partido de Jubilados por el Futuro. Dignidad y Democracia (JUFUDI). De todas maneras, si alguien tiene especial interés en alguno de ellos, que lo comente en comentarios y le dedicaremos un parrafito como a sus compañeros. Después de esta primera criba, hemos hecho tres grandes grupos: partidos particularistas, partidos extremos y partidos generalistas. Las dos primeras categorías serán tratadas en este artículo, mientras que los partidos generalistas serán tratados en el penúltimo artículo de toda esta serie dedicada a las elecciones. Dentro de los particularistas, se encuentran: Escaños en Blanco (EB), Feminism8 (F8), el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA), Muerte al sistema (+MÁS+) y los dos centrados en la tercera edad: Tercera edad en acción (3e en acción) y Partido Demócrata Social de Jubilados Europeos (PDSJE). Los consideramos particularistas por estar circunscritos a temas muy particulares, como no tomar posesión del cargo, la lucha feminista de palo, el animalismo, destruir el sistema o la tercera edad. Después, analizaremos los extremos: los muy conservadores, los extremadamente conservadores y los comunistas en un sentido general. Dentro de los muy conservadores analizaremos los cuatro de la coalición europea Identidad Española (ADÑ): Falange Española de las Jons (FE de las JONS), Democracia Nacional (DN), Alternativa Española (AES) y La falange (FE). Más tarde, analizaremos la ‘rara avis’ de Falange Auténtica (FA) y, dentro de los extremadamente conservadores, a la candidatura tradicionalista (CTRAD). Terminaremos analizando los partidos comunistas, que también son muchos y que se encuentran enemistados entre sí: el Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE), el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y el Partido Comunista Obrero Español (PCOE). Por último, terminaremos con los particularísimos: Izquierda Anticapitalista Revolucionaria (IZAR), Equo, Izquierda Unida, Anticapitalistas, y todos los que forman segundas partes en las coaliciones. En cuanto a estos últimos, consideraremos que comulgan con el programa general del partido junto con el que se presentan (en este caso, Podemos); así que, no les dedicaremos más tiempo.

VOX (2019)

Hoy toca terminar con los partidos mayoritarios y, por tanto, con la última incorporación a la fiesta mediática: VOX; ese partido enano que surgió sin hacer demasiado ruido hace unos años y que, últimamente y, sobre todo, a partir del éxito electoral de Andalucía, parece que puede aportar su granito de arena al panorama político, como antaño hicieron Podemos o Ciudadanos. Centrándonos en su programa, nos encontramos dos versiones: la de una cara y la de once. Pero, antes de echarnos las manos a la cabeza, parece que el programa es de octubre de 2018 (¡lo nunca visto!). En este sentido, antes de seguir, nos vemos obligados a pararnos y a hacer un repaso al estado del resto de partidos analizados: el PP, sin novedad; el programa del PSOE parece que ya no se puede encontrar y no hay ninguna mención en la web al mismo; Podemos nos trae la sorpresa de tener su programa actualizado desde hace una semana; y Ciudadanos parece que también ha quitado su programa de la web. No podemos evitar caer en una depresión al enterarnos de esto, pero nuestro compromiso nos conduce a leer el nuevo programa de Podemos y a actualizar su entrada con las novedades incorporadas, en el caso de que las hubiera. A pesar de no poder dejar de reconocer que esto está muy bien, dentro de lo horroroso que es el panorama general, actualizar tu programa con apenas un mes es poco; las razones, comentadas en los primeros artículos que escribimos, son obvias: ese tiempo para leer todos los programas resulta escaso.

Ciudadanos (C’s 2019)

Nos encontramos hoy ante la formación naranja; la cual decepciona por no tener un programa actualizado a 2019, tal y como viene ocurriendo con todos los partidos analizados hasta el momento. Peor incluso que los anteriores: la única versión que hay es vía web, sin la posibilidad de poder descargar un .pdf como Dios manda para los que quieran imprimirlo o leerlo con tranquilidad en su libro electrónico. Eso sí, debió de estar en algún momento porque, si se busca, se encuentra. No empezamos bien y tampoco seguimos mejor al darnos cuenta de que el programa cuenta con apenas 46 páginas que, sumadas a la memoria económica, dan un total de 76. No podemos evitar comprobar asustados que el programa de 2015 constaba de 338 páginas; lo que hace sospechar un cierto giro propagandístico, que resulta ser un vicio que siempre acecha a la política de los partidos en las democracias liberales.

Podemos (2019)

Hoy vamos a analizar aquella gran promesa que fue Podemos. Vista la tendencia general, no sorprende que sólo cuente con el programa de 2016. Todos nos acordamos de que fue el año donde se presentaron con un montón de pequeñas agrupaciones que aún no está claro si se presentarán otra vez. De estos pequeños partidos, el único que tiene un programa independiente es Equo, el cual analizaremos, con las necesarias precisiones, más adelante.

Consideremos, pues, el programa de 2016; el cual, como ahora vamos a argumentar, no se puede considerar al margen del de 2015. La razón fundamental de esto es que, al mirar con cuidado «la revista de IKEA podemita» de 2016, nos damos cuenta de que no es más que un compendio desordenado de las que deben ser las propuestas que consideran más significativas de 2015; pues el programa de 2015 se encuentra íntegro a tamaño diminuto al final. Entonces, ¿las 332 páginas del programa de 2015 están contenidas en las 99 del de 2016? Sí, nada más ni nada menos que concentradas en 25 páginas. Para entender esto, sólo es posible pensar que, después de confirmar que no se iban a comer el mundo en 2015, decidieron dar un giro de 180 grados trasformando un programa claro, concreto y coherente en una fiesta de fotos, que alude únicamente a las ideas mas vendibles y que oculta, pero no elimina, el grueso del programa de 2015. De estas ideas, nos han parecido significativas la mitad; sin embargo, creemos que es un fallo que la mayoría de cuestiones fundamentales y definitorias del partido queden disimuladas en un tamaño tan pequeño. Esto demuestra que ya estaba clara la tendencia a volverse un escaparate sin fondo alguno; pero, dado que es muy fácil cargar contra el programa de 2016, teniendo en cuenta que éste contiene el de 2015, vamos a hacernos los locos y tratar el tema como si sólo existiera el de 2015, el cual es un programa normal.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE 2019)

“Precisamente lo que ahora mismo más necesitamos. Es lo que no se ha hecho. Es lo que hay que hacer.”

Volvemos con un capítulo más de nuestro recorrido sobre las diferentes formaciones políticas; hoy, con un invitado especial: el PSOE. Vamos a intentar predicar con el ejemplo e intentar hacer una labor de síntesis de cara a comentar las 387 páginas de su programa electoral de 2016. Es cierto que aún no está la versión de 2019, pero creo que nos vamos a tener que acostumbrar a esta incómoda situación. Eso sí, adelantando acontecimientos y desde la dura experiencia de leer dicho programa, en el fondo no parece que se hayan alejado demasiado del espíritu que en él se respira; pues, ciertamente, el señor Sánchez parece un candidato acorde y a la altura del mismo. Resulta apropiado precisar también un matiz importante a la hora de afrontar este análisis y los que están por llegar: debido a que hay muchos temas recurrentes y con el objetivo de aligerar la densidad de estos artículos, contaremos con que nuestros potenciales lectores tengan los deberes al día. Es decir: si se han leído los programas, qué menos que sumar unas decenas de páginas más; y, si no, qué menos que leer la opinión de alguien que sí se los ha leído.

El Partido Popular (PP 2019)

Hoy vamos a analizar el primero de los partidos más representativos de España. Ciertamente, hablamos del Partido Popular (PP), el cual, a día de hoy, aún no tiene disponible su programa actualizado a 2019. Este hecho no es un caso raro, dado que el resto de los partidos, pequeños y grandes, tampoco lo tienen. De cualquier manera, no deja de ser algo preocupante, teniendo en cuenta que suelen ser textos entorno a las 200 o 300 páginas y que, por tanto, una lectura y reflexión seria sobre los mismos necesita, como mínimo, una semana (y estamos ya a menos de dos meses de los comicios). Además, una persona normal con otros compromisos y que no se dedique a esto necesitará más tiempo. Teniendo en cuenta estas cuestiones, resulta casi imposible leerse, en el plazo que nos queda, los programas de, al menos, los cinco partidos más representativos. Está claro que estas prácticas responden a la realidad de que la gran mayoría de los votantes no se leen los programas, siendo éstos, además, mucho menos eficientes, propagandísticamente hablando, que los eslóganes y pequeñas pinceladas que se dan en las webs y redes sociales; pero claro, también tienen el problema de ser vinculantes (o, como veremos más adelante, igual no lo son tanto).

Sobre carteles

No lo puedo entender, no me entra en la cabeza. Parecía que ayer el día se iba a levantar como otro cualquiera, es decir, con alguna noticia representativa y, como mucho, con alguna novedad deportiva. Pero no. Tocaba chascarrillo respecto a algún tropezón propio de los peleles que solemos tener como representantes políticos. Le tocaba a Podemos, tal y como hace unas semanas le tocó a Ciudadanos con el tema de Inés Arrimadas yendo a Waterloo. Nada nuevo bajo el sol. Sí, hablo del cartelito que anuncia la vuelta de nuestro amigo y compañero Pablo Iglesias bajo el lema «Vuelve». 

Jornada Electoral 2019: primera aproximación a un método objetivo de análisis político y al problema de los nacionalismos

Hoy empezamos el primer gran proyecto de esta aventura compartida: un análisis de todos los partidos políticos españoles, ya sean representativos a nivel de votos, de peso histórico o de relevancia intelectual. En el fondo, vamos a hablar de política haciendo uso de esta; dado que, genuinamente hablando, la política empieza con el diálogo entre las personas. De esta manera, pretendemos que esta serie de artículos sea la base y el pretexto perfecto para ejercer la política en acto. Y, evidentemente, también queremos aprovechar la oportunidad de los próximos comicios para aportar algo de luz al respecto. En cualquier caso, nuestro análisis se extenderá en el tiempo todo lo que se tenga que extender; procurando, eso sí, atender en primer lugar a los partidos más representativos en votantes.

China: primera aproximación

Tomando como pretexto la estancia de Xi Jinping en España, aprovecharemos para dar unas pinceladas sobre la importancia de la visita de este líder político, en calidad de presidente de la República Popular China, a nuestro país. Vamos a empezar reconociendo que la importancia de China en el panorama global hoy en día es capital, por lo menos al nivel de Estados Unidos. Solo hace falta ojear los datos disponibles para darse cuenta de que se sitúa en el primer puesto o, como mucho, en el segundo respecto a su poder económico, así como en lo concerniente a lo militar. Por lo tanto, podemos deducir que pensar en China no es un capricho, sino una necesidad para poder entender el mundo en el que vivimos y su proyección futura; de ahí que sea tremendamente preocupante la poca importancia que se le suele dar en los medios de comunicación, sobre todo, si lo comparamos con las muchas noticias que nos llegan del país norteamericano. Todos hemos visto, leído y escuchado qué clase de hombre es Donald Trump, pero en cambio no tenemos ni idea de quién es Xi Jinping. Resulta difícil encontrar a alguien que pueda afirmar algo positivo de Trump, aun reconociendo todos que es el legítimo presidente de Estados Unidos y que ha sido elegido por sufragio universal. Evidentemente, la institución yanqui del colegio electoral despierta ciertas reticencias en el ciudadano europeo; pero, en cualquier caso, todo el mundo reconocería que en Estados Unidos se puede votar libremente y que existen una variedad de partidos que pueden ganar. Sería mentira decir que Estados Unidos no es una democracia, pero China, ¿qué es?

El cine actual: la «secuelitis» o el desierto del talento

Venimos comprobando que, desde hace un tiempo a esta parte, la cantidad de secuelas, precuelas, reinicios y demás refritos aumentan en una proporción asombrosa respecto a las viejas historias que solíamos ver en la gran pantalla. Esta es una tendencia que recorre todas las artes e incluso gran parte de los productos: desde películas a juegos, pasando por series y reediciones de viejas consolas en miniatura, que terminan por colmar el panorama consumista. Además, se da una cierta tendencia fetichista en sectores todavía elitistas de, por ejemplo, sacar cámaras a precios desorbitados, restando características artificialmente dentro de lo que la propia tecnología ofrece. No olvidemos tampoco esa predilección tan delicada, si se toma en serio, de las adaptaciones: habiendo quedado atrás las versiones cinematográficas de libros, ahora parece que cualquier historia puede peregrinar por el espectro consumista sin ningún tipo de precaución o cuidado. ¿Y por qué ocurre todo esto? Se podrían discriminar tres facetas íntimamente relacionadas: primero, estaría el peso del mercado; después, el peso de la tecnología; y, por último, la vulgarización del hombre masa.